domingo, 28 de agosto de 2011

ODISEA EN EL ESPACIO



Abandono el planeta. Me han embargado este suelo. Abortada repentinamente la misión. Todo ha sido declarado siniestro total. Regreso al nido, al ¿hogar?, a casa de mis padres. Me quedo sin curro, sin piso, sin novio y desde hace un par de días sin coche. Me voy pero mirando atrás, sin tomar impulso. Aquí dejo a una transexual, ex-presidenta de la comunidad, acusada de intento de violación por parte de la vieja del tercero: una escritora noruega achicharrada por el Sol. A un efebo rubiales con flequillo-cortina que enmudece y se colorea cada vez que nos cruzamos, que va presintiendo pero que aún no tiene claro el  día en el que llegará a ser maricón. A mi vecina de puerta, recién elegida presidenta,  que me confesó en secreto dando de amamantar a su bebé, que si por ella fuera no hubiera tenido hijos. A un matrimonio del Bajo-A que todas las noches saca el mini-plasma a la terraza para cagarse en la madre que parió a Zapatero y a todos los sociatas rojos del mundo mientras visionan "El Gato al Agua". A su hijo, que me saluda todas las mañanas con voz teatral y que vive en otro piso del mismo bloque con su novia; y que descubrí que era actor de porno gay en una de mis pajas vespertinas. A sus  vecinos mariquitas de arriba, que viven con ilusión la experiencia de ser padres y que están hasta la polla  de los jadeos y gritos de la novia del actor de porno gay cuando éste llega a casa. Al viejo tatuado y enamorado de un joven skin más tatuado si cabe y que se hacen de vez en cuando carantoñas en el césped. Al italiano de abajo a la que su ex-mujer juró con gritos vendetta desde la calle el día que se fue. Y a Louise, una inglesa cuasicincuentona del Ático-13 casada con un menudo camarero, una suerte de Mrs. Robinson del siglo XXI a la que me follé.

Llamando a la Tierra. Soy el comandante Arguifonte.



David Bowie - Space Oddity