jueves, 29 de mayo de 2008

¡Hasta la vista!

Oposiciones no superadas. Búsqueda de otro trabajo infructuosa. Posible pérdida del actual a mi regreso. Final de mes y la cuenta en números rojos. Me hago viejo: mi pelo cada vez más cano y mis entradas no acaban de encontrar la salida. Se me van agotando las oportunidades. Ya nunca seré un JASP pero, en los próximos quince días, me licenciaré en Hedonismo.

Ayer me pillé un billete de ida con fecha de hoy en una de estas "Heroelíneas". ¡Hasta la vista!



lunes, 26 de mayo de 2008

"Abraziesta"


Tarde de domingo. Acabáis de almorzar. Él se levanta y camina con andar vacilón hacia el balcón para bajar la persiana. Tú desplazas la mesa y despliegas el sofá. Se incorpora de nuevo junto a ti adoptando la misma posición fetal con la que lo estabas esperando. Tus brazos avanzan. El derecho repta por debajo de su cuello haciendo un gancho a la salida hasta anclarse en su axila. El izquierdo rodea su vientre y se agarra a la cintura. Lo aprietas fuerte contra ti. Besas su nuca. Duermes...

martes, 20 de mayo de 2008

Labio leporino

Hace un par de meses, tuve una sesión voraz en los baños de una discoteca. Voraz, pues el sujeto que me acompañaba en tan lujuriosa tarea, debió llevarse a casa entre dientes algún pequeño fragmento de mi labio superior.

A día de hoy no ha cicatrizado la herida. Debo tener lo más parecido a un labio leporino. No es algo que me acompleje. Siempre me gustaron los labios de este señor:

martes, 13 de mayo de 2008

Malaka-Isbiliya-Itaka

Tres días. Aprovéchalos cómo quieras. Tres intentos frustrados de ir acompañado. Decides ir contigo mismo. La mejor decisión que podías haber tomado.

Coges el coche, llenas el depósito y aceleras. Rumbo a Isbiliya....Sol, lluvia, viento, aire, airazo, lluvia, Sol, Arco Iris.... Empieza a gustarte esto del cambio climático. Llegas a la ciudad, aparcas y te atrapa el laberinto. Vueltas, lluvia otra vez, vuelta, frío ahora, vuelta, otra vuelta ... Hasta cuatro veces haces el mismo recorrido.¡¡Otra vez la plaza de toros!! Maldita Maestranza, ¿otra vez tú aquí?. Ciudad completa. Pensiones completas.¿Habitación individual? Completo, completo, completo, está completo. Diez de la noche: subes el presupuesto. Habitación en hotel de cuatro estrellas a la primera. Te duchas, te pones guapo, comes algo, haces tiempo viendo un estúpido programa. Una cerveza de la mininevera y te lanzas a la calle otra vez.

Primera parada: Isbiliyya. Caras que te suenan vistas de perfil. Gente racial. Un whisky con sevená, otro, una cerveza. De repente te ves metido en el Hombre y el oso. En este antro no es posible terminar la frase. Subes por la pegajosa escalera de esa casa del terror hasta llegar a la tercera planta y de ahí saltas hacia Itaka: Malditos danzando house, pasillos oscuros, salas oscuras, colas en servicios no precisamente para mear, pantalla de cine no precisamente experimental. Tanteas el terreno marcando el tuyo propio. Te dejas ver. Te muestras como algo novedoso. Encuentras el escaparate perfecto. Te apoyas en la barra cerveza en mano. Te permites incluso rechazar algunos cortejos a pesar de la hora: cinco y media de la mañana. Te lanzas a la caza. Primer intento, demasiado corto: tu primer oso debe volver cuanto antes a su guarida. Segundo intento: duelo de barbas. Abandonas el hotel, huís a su cueva. Besos, abrazos, sexo, más abrazos, bestialidad...ternura...

Despertais. Paseos que ahora sí te guian bien por la soleada ciudad de Isbiliyya. Recuerdos del pasado compartidos. Charlas, risas, café más charla. Te descubre y te describe con su voz profunda una placita escondida donde descubres los naranjos más altos que nunca habías visto, provocado esto posiblemente por la búsqueda del Sol. Posible estúpida conclusión a la que llegaste. Justo ahí decides quedarte en su carverna un día más sólo por tener más de esos besos, abrazos, más abrazos, un abrazo de ocho horas más...

Tercer día. Recogeis su coche retirado por la grúa el viernes pasado. Se monta en él y os despegais por primera vez en casi treinta y seis horas. Ya se te hace raro no tenerlo a tu lado. Ahora te guía, pero esta vez hacia Malaka, le sigues detrás durante varios kilómetros. Hace tiempo que quieres vincular una canción con algún momento. Cambias el cd, subes el volumen...


Najwa Nimri - I'll wait for us









Bifurcación de la carretera. Un cartel: <--Isbiliya-Malaka--> Intermitente a la derecha. Os detenéis en el arcén, os bajáis, os acercáis lentamente y os abrazáis una última vez, más fuerte aún si cabe, hasta crujir...Un tímido beso....

miércoles, 7 de mayo de 2008

Poner el "play"

Dícese de los primeros veinte minutos de conversación que mantienes con alguien en la primera cita.

En mi caso, siempre se trata de la misma: Me llamo E.; "ejerzo esto" desde hace un par de años, uno de ellos con pareja; trabajo en tal sitio...(explicas en qué consiste tu absurda profesión ante la atenta mirada de tu objetivo a sabiendas de que no le interesa lo más mínimo); y le dejas claro que, aunque hayas llegado tarde a "esto", no consideras que hayas perdido el tiempo; bla...bla...bla....

En los últimos ocho meses habré puesto este "play" en más de treinta ocasiones. En lo que va de semana llevo dos. Si me apuras, habrá un tercer "affair-play" cuando acabe ésta. A unos los dejo en "pause", me apetece una continuidad que no sé para qué, ni siquiera sé si ellos tienen esa apetencia. Con otros, pulsas directamente el "stop" y terminas la faena aunque no siempre haya rabos y orejas para este humilde matador. De todos ellos, a dos o tres los dejé en "record"; quería retenerlos pero mi cinta es regrabable y mi memoria corta. Seguramente vuelva a colocarle el celo para meter algo nuevo.

Es curiosa esta nueva manía que tengo de colarme en camas y sofás ajenos sólo para tener historias mínimas. Al final, siempre acabo regresando al jardín secreto con mi viejo radiocasette...


jueves, 1 de mayo de 2008

Mi ventana indiscreta

A veces... a veces exteriorizas demasiado lo que sientes. Todo lo elevas a la máxima potencia, con tanta velocidad como con la que se derruye una vez acabado el discurso. Siempre sueles decir: "Vida aburrida, no precisamente la mía" ¿Que coño sabrás tú de la vida ? Aunque todos los días la vives y cuando no la vives te la inventas. Siempre habías pensado, desde niño incluso, que la mejor opción de vida era estar solo. Ya te diste cuenta de lo equivocado que estabas. Sinuosos caminos de anhelos y deseos con el único fin de encontrarte con alguna presencia. Siempre a la búsqueda de una compañía. Compañía que alguna vez fue despedazada. Presencia a la que arrancaste algún beso. Compañía a la que abrazaste con fuerza alguna vez hasta casi llegar a la extenuación. Presencia con la que te reías a mandíbula batiente. Compañía que fue follada torpemente. No te importaba el orgasmo. Sólo buscabas el roce, el contacto con el otro.

Y ahí estás: solo con tu inventiva. Siempre conduces solo por la autovía abstraído en tu coche con una música estruendosa enriquecida en decibelios. Te hace sentir más solo aún. Soledad en tu apartamento; minúscula habitación siempre con la radio o el televisor encendido; siempre oyendo el murmullo de locutores y presentadores que cohabitan contigo, que se dirigen a ti pero que ni siquiera se percatan de tu existencia. Murmullos sólo interrumpidos por jadeos procedentes de los altavoces de tu ordenador. Solo pero acompañado de vecinos. A tu derecha, el jamonero infiel. A tu izquierda, cuatro mozalbetes de vacaciones que a pesar de la molestia que te ocasionan, echarás de menos en su partida. Se acrecentará entonces el temor a la vuelta de la misteriosa tos profunda que a su vez cohabita con ellos, ahora silenciada con tanta algarabía.

   Ni Hitchcock hubiera conseguido una ventana más indiscreta que la tuya. Ni adrede la hubieses encontrado tú. Ni siquiera tienes cortinas en ésta para no perderte detalle. Aprovechas cada tendida de colada para atisbar algo en otras ventanas de igual tamaño. Amplios ventanales casi siempre abiertos de par en par en los que nacen y mueren historias renovadas quincenalmente. No en vano vives en una colmena turística. Todavía ereccionas al acordarte de aquel vecino del tercero. Llevabas meses apuntando tu mirada hacia él. Vecino al que nunca conocerás por su cara, pero sí por su torso, siempre desnudo, era la única perspectiva que tenías desde ahí arriba. Nunca salió a la terraza, siempre estaba estudiando aquel chaval, día y noche sentado frente a su escritorio, con la luz del flexo apuntando hacia sus apuntes, su torso, su prominente paquete cubierto por un pantalón corto...Llegó el gran momento, el momento que tanto habías estado esperando. Siempre lo hacías en tu época de estudiante, porqué no iba a hacerlo ahora él...Un día, antes de irte a trabajar en el turno de noche, te asomaste una vez más por si sonaba la flauta..... y vaya si sonó... Así, sin dilación, súbitamente, el chico se bajó el pantalón hasta llegar a medio muslo, se retiró un poco del escritorio y comenzó a batir fuertemente aquella post- adolescente gran verga, tiesa y dura... Menudo vigor el del chaval, menudo furor el tuyo...