martes, 17 de marzo de 2015

PSICÓTICA

  
 Llegó a casa reventado sólo con ganas de ducharse, ponerse el pijama, picotear algo e irse a la cama pronto pero por nada del mundo podía imaginar que aquel frío lunes de marzo esa ducha acabaría resultando de lo más psicótica: se le había acabado la bombona.


domingo, 15 de marzo de 2015

ME SOBRA EL CORAZÓN

Hoy estoy sin saber, yo no sé cómo
hoy estoy para penas solamente, 
hoy no tengo amistad, 
hoy sólo tengo ansias 
de arrancarme de cuajo el corazón 
y ponerlo debajo de un zapato.

Hoy reverdece aquella espina seca, 
hoy es día de llantos en mi reino, 
hoy descarga en mi pecho el desaliento 
plomo desalentado.

No puedo con mi estrella, 
y me busco la muerte por las manos 
mirando con cariño las navajas, 
y recuerdo aquel hacha compañera, 
y pienso en los más altos campanarios 
para un salto mortal serenamente. 

Si no fuera ¿por qué?... no se por qué, 
mi corazón escribiría una postrera carta, 
una carta que llevo ahí metida, 
haría un tintero de mi corazón, 
una fuente de sílabas, de adioses y regalos, 
y ahí te quedas, al mundo le diría. 

Yo nací en mala luna. 
Tengo la pena de una sola pena 
que vale más que toda la alegría. 

Un amor me ha dejado con los brazos caídos 
y no puedo tenderlos hacia más. 
¿No veis mi boca qué desengañada, 
qué inconformes mis ojos? 

Cuanto más me contemplo más me aflijo: 
cortar este dolor ¿con qué tijeras? 

Ayer, mañana, hoy 
padeciendo por todo 
mi corazón, pecera melancólica, 
penal de ruiseñores moribundos. 

Me sobra el corazón. 

Hoy descorazonarme, 
yo el más descorazonado de los hombres, 
y por el más, también el más amargo. 

No sé por qué, no sé por qué ni cómo 
me perdono la vida cada día.


'Me sobra el corazón' de Miguel Hernández