lunes, 31 de agosto de 2015

EL COLUMPIO


  Una vez alguien, cuando mi vida era poco menos que un tango, me aconsejó que si encontraba la felicidad en un columpio me quedase toda la vida ahí montado. Probablemente, columpiarse y volar sean experiencias equiparables. Recuerdo de niño la sensación de cosquilleo, vértigo y libertad que encontraba al montarme en estos cacharros. Empujado al principio por mis padres hasta conseguir hacerlo yo solo. Volar, volar, volar… Éso me imaginaba cada vez que me impulsaba cuando era un mico. Estos quince días pasados, aparte de pasar volando, seguramente hayan sido los más felices de mi vida ya casi en cuarentena. La foto que mejor resume mis vacaciones es esta y es que he seguido el consejo que me dieron hace diez años a rajatabla: no he faltado ni un solo día a mi particular cita con la alegría. Gracias a todos los que de una forma u otra lo han impulsado para que yo pudiera balancearme en él. Llegarán las lluvias y el frío invierno pero yo me quedaré para siempre en este agosto a vivir.



martes, 11 de agosto de 2015

EL CREADOR DE SONRISAS


   Saúl tramaba y planeaba a principios de junio. A esos menesteres se había dedicado toda la mañana. Estudiante de Diseño, decidió no ir a clases ese día. Salió de casa a las nueve, cogió una bicicleta y tomó rumbo a la Barceloneta. Cuando llegó se encaramó en una papelera e imbuido en una vorágine de desazón recreó durante horas un presente y futuro infructuoso mirando al mar. Sabía que no tenía el suficiente talento como para terminar la carrera y que posiblemente acabaría regentando el resto de su vida la tiendecita de ultramarinos de su padre, ahora amenazada por una invasión de chinos y moros en la misma acera. Gordo, calvo y sudoroso, así se veía levantando la persiana de su mísero negocio en unos años. Cavilando y vaticinando se le pasó la mañana. Cuando miró su móvil eran ya las dos de la tarde. Tenía que marcharse y relevar a su padre. Decidió no regresar en bici para hacer lo que sería su última creación. Esperando el semáforo eligió a dos amigas como objetivo. Heterófobo y misógino confeso, no soportaba la imagen de MHYV que entre las chicas se había expandido por la ciudad. Poco antes de que el muñequito se pusiera en verde cogió de su mochila unas tijeras de patronaje. El muñequito comenzó a andar a la par que él y en medio del paso de cebra bloqueó el camino a la rubia "diseñando" sobre su rostro una perfecta sonrisa de Joker.

lunes, 3 de agosto de 2015

A CONTRAPELO

   Estaba a punto de cerrar cuando Manuel empujó la puerta. Vecino del bloque de arriba, siempre apuraba hasta el último momento para ir a cortarse el pelo jodiéndole esta vez al barbero el capítulo final de su serie favorita. A regañadientes giró la silla para que se sentara. Cortó una cinta blanca, se la enroscó bien prieta al cuello, le colocó la capa y mirándole a través del espejo le preguntó:

-¿Quieres que empiece por la barba?

- Como tú quieras…-le contestó mientras bicheaba el móvil.

   Así fue. Tras pasarle la brocha enjabonada por el rostro, deslizó la navaja a contrapelo comenzando desde el cuello. Paró un segundo, miró hacia el techo y de un corte seco le arrancó de cuajo la nuez.