Dícese de los primeros veinte minutos de conversación que mantienes con alguien en la primera cita.
En mi caso, siempre se trata de la misma: Me llamo E.; "ejerzo esto" desde hace un par de años, uno de ellos con pareja; trabajo en tal sitio...(explicas en qué consiste tu absurda profesión ante la atenta mirada de tu objetivo a sabiendas de que no le interesa lo más mínimo); y le dejas claro que, aunque hayas llegado tarde a "esto", no consideras que hayas perdido el tiempo; bla...bla...bla....
En los últimos ocho meses habré puesto este "play" en más de treinta ocasiones. En lo que va de semana llevo dos. Si me apuras, habrá un tercer "affair-play" cuando acabe ésta. A unos los dejo en "pause", me apetece una continuidad que no sé para qué, ni siquiera sé si ellos tienen esa apetencia. Con otros, pulsas directamente el "stop" y terminas la faena aunque no siempre haya rabos y orejas para este humilde matador. De todos ellos, a dos o tres los dejé en "record"; quería retenerlos pero mi cinta es regrabable y mi memoria corta. Seguramente vuelva a colocarle el celo para meter algo nuevo.
Es curiosa esta nueva manía que tengo de colarme en camas y sofás ajenos sólo para tener historias mínimas. Al final, siempre acabo regresando al jardín secreto con mi viejo radiocasette...
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