Cada vez que se acaba una relación, aparece un perfil nuevo en uno de tantos portales habilitados para esto. Me mercadeo de nuevo en la jungla. Antes o después, siempre con la reticencia del nunca más, acabo adentrándome en la galería y monto mi propio tinglado. Entre vitrinas y mostradores, expongo fotos de cara, de cuerpo, canciones, video-clips y hasta un post de este absurdo y endogámico blog. La carne y la cara las voy intercalando en función de la demanda. Cuando la cosa está floja de ventas, expongo la carne en el punto caliente y noto cómo la máquina de tickets-turno dispensa con mayor rapidez. Una vez incluso fui "Chuzo de la Semana". Tanta satisfacción y egocentrismo me provocó esto que decidí colgar en lugar preferente el diploma en mi chambao, y es que la competencia en mi mercado se ha vuelto feroz por culpa de la globalización.
He notado, en mi particular estudio de "mercating", que cada vez recibo menos mensajes con fotos privadas de penes erectos y traseros en distintas posiciones esperando una improbable respuesta. Me asombra el hecho de que haya personal de tenderetes vecinos que se detengan a leer el post. Opiniones diversas, buenas y malas, e incluso algunas condolencias también recibí. Quizá el hecho de no recibir "penemensajes" sea un síntoma de decadencia en mi perfil y deba meterle más carnaza y menos texto y reflexiones de pacotilla. ¿Qué hago?
He notado, en mi particular estudio de "mercating", que cada vez recibo menos mensajes con fotos privadas de penes erectos y traseros en distintas posiciones esperando una improbable respuesta. Me asombra el hecho de que haya personal de tenderetes vecinos que se detengan a leer el post. Opiniones diversas, buenas y malas, e incluso algunas condolencias también recibí. Quizá el hecho de no recibir "penemensajes" sea un síntoma de decadencia en mi perfil y deba meterle más carnaza y menos texto y reflexiones de pacotilla. ¿Qué hago?
Me vendo con todo esto al mejor postor, al de una última oferta, al del mensaje definitivo. El Gato del Cabo me hizo descubrir las maravillosas letras de Gil de Biedma; el hermoso Eliot "El Grande", las suyas propias cargadas de electricidad; y del Hombre de los Gatos Tumbaos me quedo con su conversación, llena de segundos, minutos y horas. Cuatro horas de charla diaria desde hace diez días como si tuviéramos una imperiosa necesidad de contárnoslo todo a sabiendas de que ésta acabará siempre en puntos suspensivos. Cuatro horas usando todos los medios que nos ofrecen para hacerlo: bien sea vía metadona-msn, videometadonallamada, webmetadonacam, sms-metadona, telefónicametadona... Doscientos cuarenta minutos nocturnos de dosis necesaria... Todo esto hace que cada madrugada me acueste con una sonrisa estúpida.
Este fin de semana, probablemente, se acerque a mi puesto a adquirirme en persona. Daré entonces por finalizada la subasta on-line. Me tiene algo nervioso la espera, pienso abrir incluso el domingo si es necesario. Subiré esta vez la chapa de mi chiringo sólo para un efebo de metro noventa de una belleza insultante, bestial, epatadora, rozando la arrogancia. Esa clase de guapos que anulan al resto de miserables danzantes en una discoteca. Ése al que todos quieren tocar y desear pero que sólo los elegidos son aceptados con su mirada aniquiladora.
Esta mañana llueve en Plutón. Sólo espero que sus negros gatos tumbaos sean misericordes conmigo y que el agua no les haga sacar las uñas.
El mercado de la carne siempre es así: sangriento. Me preocupa (bueno, no me preocupa nada), me llama la atención que haya individuos que quieran venderse al lado de un water con la tapa levantada. O que se vendan por el tamaño o fealdad-belleza de su miembro, o que para algunos lo más importante sea la tableta de chocolate de tanto ir a ver a Ignacio.
ResponderEliminarTenemos una reunión pendiente.
qué vida más triste hemos elegido, siempre estaremos solos, nos lo hemos buscado...
ResponderEliminarLas relaciones son mercantiles, es verdad, quizá siempre haya sido así -por eso me molesta tanto que se critique a prostitutas/os-.
ResponderEliminarYo desde que me lancé de nuevo al ruedo tras una larga relación de pareja asumí que estoy en la serie media -que era como se catalogaba antes a los discos que no eran superventas ni novedad, pero que no eran saldo, podían ser interesantes, y estaban a buen precio-.
Y ya está. Ahora el tanto tienes o tanto mides, tanto vales procuro no aplicarlo en las relaciones esporádicas. Aunque sea sólo brevemente, yo quiero a mis compañeros de escarceo, porque el deseo para mí es sagrado.
(Pero lo de plantar mi perfil en un portal nunca lo he hecho, me da pereza.)
Un abrazo
El día menos pensado vamos, quedamos y nos conocemos, y nos queremos un poco, como bien dices tú.
ResponderEliminarGracias por aclararme que existe el anonimo...confio en lo efimero del arrebato y de que pronto vuelva una nueva puja, a la ultima llegue tarde. Mientras, besos desde mi linea que llega a la ruta natural.
ResponderEliminarGracias a todos por vuestros comentarios. No he podido contestaros cómo os merecéis y es que me habéis pillao liao desmontando el tenderete. Un abrazo para todos.
ResponderEliminarNota: Señor anónimo, si elige la opción de Nombre/URL puede usted firmar con su nombre. Gracias por su comentario igualmente.
Orale....
ResponderEliminarGrata sorpresa....
Chingona tu ananlogía y estilo.
Mucho gusto.