$i abres la nevera y dentro no hay nada más que un bote de zanahoria rallada, un cartón de leche empezado y un polo-flash en el congelador; puede que te encuentres en alguna de estas dos situaciones: o bien te has convertido en el hermano espiritual de Carpanta o estás más tieso que una mojama. Decantémonos por esta última erección...
Si vas al Mercaplutona, haces la compra del mes y a la hora de pagar con tarjeta, tu cajera favorita, fichaje estrella de la temporada estival, te dice en su cordoplutoníaco acento: "Lo siento, no me pasa la tarjeta"; con la poca dignidad que te pueda quedar, serías capaz de decir eso de que "debe ser un error" para acabar abandonando, con el rabo entre las piernas, tu supermercado de "desconfianza", no sin antes mirar pesaroso al soslayo tu carrito repleto de zumos, leches y demás viandas.
Un viernes veintiocho de mes siempre es catastrófico para el bolsillo de cualquier posible plutoníaco que me lea. Si el ente leyente en cuestión es además un tirado cuasimileurista como yo, digno sucesor del señor Barragán; siempre podría echar mano de alguna de estas dos figuras:
1) Mamá: llamarla, preguntarle que qué tal está, decirle lo mucho que la quieres e ipso facto plantarte en casa, almorzar con ella y regresar cargado de tupperwares para mi famélico frigorífico, o bien;
2) Mónica: mi "asesora financiera", la que administra mis leuritos en el banco y así pedirle una ayudita, que la cosa está muy mala.
Hará un par de años que caí rendido a la aventura del crédito, esto es, echo treinta leuros de gasolina con la tarjeta del Tinti Inglés para que me lo pasen a finales del mes que viene; comprar una cámara digital en doce cómodos plazos para poder fotografiar así mis vacaciones en Plutoconil, pagadas éstas a su vez con la VISA, etc... Al llegar a casa, después del bochorno en el super, cuando miré la "descuenta" por internet, los excesos etílicos en las fiestas de mi pueblo justificaron mi retirada del establecimiento, y es que me quedaba tan sólo la paupérrima cantidad de 0.97 € para echar los tres días que restaban de mes. Ya. Ya sé que tengo fama de ser un puto tacaño rata agarrado, pero no soy tan hábil como para hacer malabarismos con semejantes céntimos. Desde que se instaló aquí la puta crisis, (sí señores, en Plutón también tenemos crisis) aún no había tenido que pedir auxilio. Tras cagarme en mí y en todo lo que se menea por no haberme administrado mejor, marqué el número de la esperanza:
-BBVA, buenas tardes, le atiende Mónica, ¿en qué puedo ayudarle?
Con voz suavona le imploré a mi asesora, casi pidiendo una absolución por mi delito fiscal, que me hiciese el favor de adelantarme algo este mes. La bajada de pantalones no funcionaba...
-Lo siento Arguifonte, desde el mes pasado, estas operaciones sólo se pueden realizar en la oficina.
Menos de diez minutos hicieron falta para que me plantase delante de su mesa, cariacontecido, suplicándole que me anticipase algo de la nómina, al menos cincuenta euros; que yo llevaba ya 8 años con ésta domiciliada allí, que si yo era de confianza, que estaba al día de todos mis pagos, bla, bla, bla...-Mónica, una cuarentañera canija, morena y con un escote saturado de pecas, tras arquear una ceja en un gesto altivo, de sobrada la muy zorra, cogió el teléfono, marcó un par de cifras, miró con sus negros ojos saltones a ambos lados, (yo ya no sabía dónde mirar ni meterme del sofoco que tenía) y colocó una mano en el auricular para cubrirse la boca. Sólo pude acertar a oir, con una voz impostada, decirle al director de la sucursal:
-Juan Ramón, otro descubierto.
En fin, que te voy a contar Arguifonte... Yo llego a fin de mes y cuando abro mi nevera sigo viendo el triste limon azul, el filete de pollo con un leve color verdoso y tornasolado en la superficie y un bote de leche que apesta. Lleva siendo asi desde que era estudiante y creo que es una tradicion que ya no voy a cambiar, independientemente de mi situacion financiera. Lo de llamar a tu madre es un buen recurso. Yo lo he hecho. No se dan cuenta??? Besos de retorno...
ResponderEliminarAnimo. No estás solo. No creo que sirva de mucho consuelo, pero siempre se siente uno más acompañado, más comprendido. Y si en Plutón se cobra como en la Tierra, mañana con suerte ya habrás recargado la cuenta y estarás de nuevo "a cubierto".
ResponderEliminarBesos.
Bueno, siempre te quedará la opción de irte a misa a tragarte la Ostia, que será gratis, digo yo. Con eso, a lo mejor pasas los cuatro días.
ResponderEliminarClaro que las madres, abuelas, tías... siempre están ahí. jaja.
Un saludo,
Juanma
Una zanahoria... un conejo sería feliz.
ResponderEliminarLa verdad es que es muy triste esas situaciones. Yo ahora mismo estoy al descubierto con 1300 euros que no sé de donde voy a sacr, pero al menos, ya no sigo engrosando la deuda. Partir mis tarjetas de crédito, cancelé los contratos de internet, del movil, me quité de todas las suscripciones de revista y mi unico gasto ahora son mis 400 de alquiler mas 100 que reparto con la gasolina y transporte. el resto, lo saco de la caridad de mis amigos, que me llevan en su coche a hacer algunos recados, y otros menesteres.
ResponderEliminarMucho ánimo y bienvenido al mundo de los descubiertos
Hasta los millonarios tienen red numbers. Y si estuviera vivo se lo podríamos preguntar al pobre de Michael Jackson, por ejemplo. Esto sí que es una pandemia y no la gripe abecedaria.
ResponderEliminarLa proxima vez que veas a la tal Mónica, pregúntale, de mi parte, si ella y Juan Ramón herederán el Banco... o sólo les darán un relojito cutre y una patada en el culo... es por curiosidad, mas que nada!
ResponderEliminarEn cuanto a tu nevera, echo a faltar la mitad de un limón medio seco y medio tomate ya criando malvas... es raro... creo que los ponen de serie.
Por lo demás, putos bancos!, hombrepordioscoñoya!!!!
Seguro que el tal Juan Ramón tiene el frigorífico más vacío que el tuyo...después de todo el detalle del polo flash hace que me lo imagine hasta gracioso. Más de un descubierto habrá autorizado el buen hombre a más de una Mónica de su propia oficina.
ResponderEliminarLeyendo tu texto, ratifico que en tiempos de crisis, se agudiza el ingenio.
Un saludo desde La Tierra
Si te contara mis desgracias económicas... si las contara al mundo, intentarían culparme de la crisis mundial, soy econogafe, el dinero se me va en desgracias.
ResponderEliminarEs que el hambre es "mu " mala;pero peor aún es vivir pendiente de que la cutrempresa en la que trabajas te haga el ingreso de sueldo a final de mes.Un final de mes que cada vez es más un principio;por lo que ya no hay que aguantar hasta los últimos días para ver tu cuenta con algo positivo,ahora miramos con esperanza el día 2 en el calendario y decimos "puede que mañana nos ingresen la nómina!!"
ResponderEliminarPero tranquilo Arguifonte,siempre tendrás una rodaja de choped,un yogur o un tomate en nuestra nevera.
Puff.. me da mucha pena todo, están cerrando tiendas a mansalva, ¡y tenemos el paro más alto de Europa! Todo en cuestión de apenas un año, eso nos pasa por ser tan chulos.
ResponderEliminar(Me ha hecho gracia lo que dices de los 0,97, así me he visto yo muchas veces. El otro día cambié de caja de ahorros, y me hizo maldita la gracia una de las condiciones: si al final del mes no tienes un saldo de 1.000 euros en cuenta, ¡te penalizan con un euro! Es el colmo, que encima que les confías TUS ahorros, se permitan darte ese pescozón porque no tienen lo que ellos estiman debes tener en la cuenta.. qué vergüenza).
En fin, al mal tiempo buena cara, amigo. Un abrazo
Ay, tristes desgracias de la crisis, aquí, en Plutón y en la Conchinchina... lo malo es que uno se siente en crisis toda la vida porque no levanta el vuelo de muerto de hambre. Cuanto odio eso de que se tapen el auricular con la mano contigo delante... como si uno fuera sordo, ¡qué es una mano, no un muro de hormigón! Maldita sea...
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo opto por la Opción 1): vas a ver a tu madre, le pides 50 Eurazos para pasar final de mes, que te ha salido un imprevisto, y seguro que lo de los tuppers le sale de ella, que si estás muy delgado, que si no comes...
ResponderEliminarUn Abrazo!!!
pasaba a invitarte a mi caja!
ResponderEliminarun abrazo!!
Real como la vida misma, creo que somos muchos los que en estos momentos nos sentimos un tanto Carpantas, y eso que se nos dice que a mal tiempo buena cara, aunque a veces cuesta, aún más cuando parece que el dinero sólo está disponible para aquellos que no lo necesitan, snifff, snifff, pero ya sabemos que no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo aguante, aunque parece que últimamente lo mejor de la propiedad inmobiliaria va a ser el alquiler bajo los puentes, creo que la Rue del Percebe anda más viva que nunca.
ResponderEliminarYo hace tiempo que dejé de tener esas estrecheces.... Porque me he tenido que volver a casa de los papis, que bien, me llamaron para hacer el anuncio del IKEA de donde caben dos caben tres pero yo me cagué en sus muertos (componentes de ABBA incluidos) y les dije que parte de la culpa de mi situación actual la tenían ellos por obligarme a ir a sus tiendas y a gastar mis euros en cosas que no necesitaba.
ResponderEliminarEn fin Arguifonte, mucho ánimo y que sepas que sé lo que se siente teniendo que comer macarrones con ajo y sólo con ajo el día último de mes.
Un abrazo.
Dios mío. NO había leído ta paupérrima historia, no me estraña que desde agosto no publiques. Algo ahorrarás, jajajja.
ResponderEliminarCómo saldrá Plutón de la crisis???
Pásate a ver su Majestad. Se te necesita sin falta.
ResponderEliminarTráete los phosquitos y el frac, que ahora seguro te entra, ¿o de ahi no...? en fín... ¡que te vengaaaas!
Besossssssssssssss
el 69 es buen numero, me hice tu seguidor. yo como casi siempre estoy en numeros rojos, la hipoteca la tendran que terminar de pagar mis nietos, aunque antes tendre que encontrar algun ovulo de alquiler que nos deje inseminar a mi chico y a mi... en fin
ResponderEliminarEL DINERO ES NUESTRO DIOS como diria FANGORIA.
BESOS DESDE LA COSTA BLANCA.
A PROPOSITO como se llama el grupo del video
mas besos