Viernes noche. El descanso de los demás no hace otra cosa que avivar una curiosidad en alerta desde hace un mes. Todo empezó con una italiana. Hoy toca una alemana. A oscuras, con cuidado de no despertar a tu hermano, te levantas y marchas de puntillas hacia la cocina procurando no tropezar con el taquillón de la entradita. Con sigilo, cierras la puerta evitando hacer ruido con el pestillo. Cagado de miedo, pegas la oreja al cristal de la puerta y aguantas un segundo la respiración para confirmar que no escuchas la grave voz de tu padre. Ha habido suerte: no hay vida en casa; todos se han quedado sopa. Vía libre para avanzar excitado hacia el final en medio de un intenso olor a fritanga. Colocas una silla de hierro frente al mueble-máquina de coser y te acoplas. A tientas, consigues meter la clavija de los auriculares del walkman en el televisor pequeño que hay encima y te los colocas. Con un pie en garra sobre el borde del mueble, te balanceas y buscas el canal con el dedo gordo del otro. Aquí está. Menos mal. Acaba de empezar...
Qué genial es Querelle.
ResponderEliminarTe recordamos que que el 13 de octubre es el Stairs Day. ¿Tienes ya una escalera preparada para colocar en tu blog el martes?
Mítica y gloriosa !!!
ResponderEliminarGran personaje. Gran descripción de lo que uno es capaz de arriesgar por un poco de placer. Para un niño esa transgresión nocturna tiene mucho mérito.
ResponderEliminarSaludos
A veces "de puntillas" hacemos cosas que son el preámbulo de otras que haremos con paso firme.
ResponderEliminarCientos de noches en vela escuchando la tele en la oscuridad pero mirando de reojo a la puerta del dormitorio de mis padres...un saludo de noctámbulo a noctámbulo.
Por cierto, veré la peli.
Cine de Medianoche, supongo que fue ahí. Qué buenas películas emitieron y sin duda, "Querelle" se lleva la palma. En mi caso con ella fue un alquiler a hurtadillas en un videoclub, pendiente del ruido del ascensor por si volvían mis padres.
ResponderEliminarQué bien lo has descrito.
Ole, preciosa descripción, de puntillas, con ganas de ver algo prohibido... así no me extraña que te gustara. Yo cuando vi Querelle era más mayorcito y si te digo la verdad, no me gustó del todo, no le cogí el punto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Feliz Stairs Day. Arroyo en obras... El 16 en el festival de cine. ¿Vienes?
ResponderEliminarQué gozada ver películas a hurtadillas.. y más si son de este calibre.
ResponderEliminarBesos
Es Tom of Finland en movimiento.
ResponderEliminarSi hay alguien a quien no le proveque deseo esta película es que no es gay, la prueba irrefutable.
Yo la recordaba de alguna época de mi infancia/adolescencia y ya de adulto la volví a ver, y la disfruté sin remordimientos.
Prefiero la peli al libro, aunque parezca imposible.
Besos
Dios, Fassbinder que estás en los cielos... Y San Brad Davis, patrón de las almas carroñeras y lascivas, entre las que me incluyo... Qué mayor sensualidad que la suya para una peli como ésta...
ResponderEliminar