
Brad, actor oklahomanés de 47 años, empezó en esto del faranduleo disfrazado de pollo para una cadena de fast food. Ya en 1991, con sus quince minutos en Thelma & Louise dejó a las salas noqueadas al atracarnos con un secador en mano tras echar un polvazo con la Davis. Alcanzó la gloria como vampiro y nos dejó con un sie7e en el corazón al descubrirnos la cabeza de la Paltrow. A esta pava le siguió otra, Jennifer, hasta dar con una gacela en celo permanente; uno de los animales más bellos del mundo: Angelina. Comprometidos los dos con todas las causas, incluida la de mantener la perpetuidad de la especie, llegaron a afirmar que no se casarían hasta que en los USA se aprobase el matrimonio homosexual. Brad, que lo mismo te hace de gitano que de policía o te coge un arma (secador de pelo según el caso), que te llora como un niño chico, tiene varios títulos olvidables como la almibarada Leyendas de Pasión o la infumable ¿Conoces a Joe Black?, cuya participación en esta última debió acabarse cuando, merecidamente, lo atropellaban en la primera escena. Brad, con un estilo imitado hasta la saciedad, fue nominado al tito Oscar haciendo del más mono de los doce. De los que más de mis doce.