domingo, 11 de abril de 2010

Desinstalado

Hace un par de semanas que ando desinstalando Plutón. Desinstalando un planeta del que me apropié para corromperlo con historias. Apenas queda nada en mi otrora adulterado apartamento, sólo dos copas y un cava para brindar cuando le dé el cerrojazo definitivo. Con egoísmo y vanidad, me aferré con ansias a mi soltería pero un terremoto vital ha provocado que se desplace el planeta cuatro calles de órbita. En estos días mantengo una lucha constante por preservar en mi nueva morada vestigios del pasado. Mi nuevo hogar, mi nuevo Plutón, es mucho más espacioso y la infiltración de memoria no ha hecho más que empezar, sin embargo, ya rebota en sus paredes el eco de discusiones por colocar una estantería, un cuadro… incluso por la posición de una bola de discoteca: testigo poliédrico de excepción en mi antigua morada. El proceso de ensamblaje en la pareja se hace duro en estos días. Asistimos con coraje y cierta resignación, día sí, y día también, a una lucha constante de egos por mantener la especie que fuimos en aras de una utopía que no llega, que quizá no exista, pero que me proporciona calma al pensar en ella. Ahora que vivo placenteramente amarrado y exento de navaja con la que rasgar la cuerda, vislumbro a veces la felicidad esquivando con maestría la tormenta que desató la mudanza. Esta noche, cuando regrese a casa, me apuesto lo que sea, incluso mi bola de discoteca, a que volverá la tempestad para después calmarla, como siempre, follando y/o amando mi anhelada utopía.



11 comentarios:

  1. Oye guapo, con cariño te digo, tú no eres una bola de discoteca, ni un cuadro, ni un jarrón (parece la canción de mecano, "sólo soy una persona, sólo soy una personaaaa"). No te aferres a los objetos, no dejes que tu personalidad dependa de ellos. Con mi chico jamás tendremos una discusión por algo así porque nos la sopla a los dos. Nuestro ego nunca se sustentará en la decoración de nuestro hogar, los bienes materiales son efímeros, mi yo jamás se disolverá porque está inscrito en mi alma-mente-ADN, y no temo perder mis cosas, ni me molesta tanto el cambio que quiera que lo nuevo sea lo más parecido a lo antiguo. Piénsalo, es importante.

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  2. Que gire la bola de discoteca. Que no pare.

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  3. En mi caso, yo soy el que mando en cuanto a cómo debe estar nuestra casa, por supuesto que escucho la opinión de mi chico, pero por supuesto que al final hago lo que me da la gana, je, je, je, y mi chico tan contento, porque sabe que aquí el que tiene buen gusto para eso del diseño interior soy yo, je, je, a él se le da mejor orgniazar viajes que para eso es ejecutivo de Iberia...

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  4. Para una vez que vengo te pillo de mudanzas. Perdona.
    Es esencial, en mi experiencia hacer un hueco a la bola de discoteca del otro. Es la única manera.
    Contra mudanza, paciencia (todo está en la Biblia)
    Un saludo

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  5. Pensar en la utopía no sólo de da calma, te hace andar el camino.
    Hubo un tiempo de mudanzas en mi existencia, aprendí mucho, me equivoqué mucho, ahora deseo otra mudanza, quizás para volver a equivocarme, pero sabiendo ya la mejor forma de disponer mis objetos en el nuevo espacio que vendrá.

    Recuerda doblar bien las rodillas al cargar peso que sino después vienen los tirones ;)

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  6. La otra noche, entre tragos de Coronitas hablábamos de la mudanza. Sin haber estado nunca en tu antigua casa parecía que tambien nos mudábamos un poco todos los "plutoniacos". ¿Se acabaron para siempre las historias de la vieja vecina, de suicidios en el bloque, de recuerdos de escalera....?

    No importa. Seguro que en tu nuevo planeta nos aguardan nuevas historias.

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  7. En estos casos así de 'totum revolutum' no sé qué decir, sólo que no te mudes de blogosfera. Gracias por tu blogoplutón.

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  8. Ufff, todo lo que representa esa bola de discoteca... Al antiguo Plutón no llegó mi nave por falta de empuje en los motores pero en el nuevo planeta seguro que se posa un día de estos. Por cierto, a Plutón se lo llegó a considerar un planeta enano doble con su inseparable Caronte, jeje, tu subconsciente lo eligió por lejano, por pequeño o por este detalle?
    Ah, gracias por los libros!!

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  9. Te deseo lo mejor. La discoteca está mejor en casa. La otra ya la tenemos muy machada. Suerte en la aventura del amor.

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  10. feliz placentero amarre.

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  11. Humm... mudanzas del ánimo y apostando tu bola de discoteca?
    Mientras lo puedas calmar follando...
    Pero bah, no me hagas caso, será que tengo mal día.
    Un beso.

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