Se acaba la noche y no te has comido nada. Decides dar la patada al listón. Ya todo vale, aún así nada. Nadie te mira. Estás borracho. Has bebido hasta más no poder. Balbuceas con uno de al lado de la barra pero sólo consigues proyectarle pequeños escupitajos hacia su cara creyendo que tienes una conversación seductora. Olvidas que en cuanto tomas dos copas la lengua se te traba. Lo intentas con el camarero, un bello machote traído del Este. Nada. Te invita educadamente, con su acento svenska, a que abandones el local. Ya van a cerrar y están recogiendo. Oyes risas por detrás cuando sales . Seguro que es por ti. Te da igual. Es lo bueno que tiene el alcohol. Saliste solo esa noche para olvidar y este absurdo ridículo no lo recordarás.
Nadie por la calle, son más de las siete de la mañana y empieza a amanecer. Hace un frío que pela pero tú vas a erupcionar por algún lado del calor que llevas por dentro. Pulsas un timbre...Esperas... Seguro que ya habrá cerrado. Te abre la puerta una cara conocida de algún sitio. Intentas recordar de qué lo conoces mientras le dejas tu chaqueta para que la meta en el guardarropa. El local está petado de gente. A medida que avanzas por éste se te va evaporando toda la cogorza que llevas encima del mismo nerviosismo que tienes...
Nerviosismo por follar. Tus sentidos se brutalizan. Oyes cadenas, azotes, gemidos,... golpes... Descorres la cortina oscura y te adentras en el fragor de los posesos que son desposeídos. Te acercas a un trío. Dos tiarrones, rapados, fuertes y velludos que no parecen ser españoles y una marica enclenque que es follada vilmente por uno de estos. El otro, le regala su gran verga que es lamida con fruición. No hacen falta señales para darte cuenta de que quieren que te unas al juego. Desabrochas tu bragueta y les ofreces tu nunca menospreciado aparato. No te hizo falta calentamiento previo, venían tus cuerpos cavernosos ya repletos de hirviente sangre desde antes de tocar el timbre. Te besas con el tiarrón. Te encanta como besa. Es más, te pone a mil como besa. El tiarrón II se une al beso. Ya es un beso a tres. Dejan de interesarse por la marica enclenque. Deduces que son pareja. Te entretienes en hacer análisis estúpidos incluso en situaciones como estas. Ellos se marchan, ya no les interesas tampoco. Tú te quedas para que te la coman un par de minutos más. De repente, te asalta una sensación de asco y arrepentimiento y te subes los pantalones a toda prisa. Te estás abrochando el cinturón cuando se te abalanza:
-Eh tú, duerme conmigo, quédate conmigo por favor.
-Qué dices tío, pero si no te conozco de nada, déjame...- le apartas con una mano mientras con la otra te remetes las pañoletas de la camisa.
-Venga que me presento, me llamo Roberto, soy de Cáceres y he venido a pasar el fin de semana. Ven conmigo hoy por favor, tengo sitio, no quiero dormir solo. Abrázame por favor, abrázame.
Nadie por la calle, son más de las siete de la mañana y empieza a amanecer. Hace un frío que pela pero tú vas a erupcionar por algún lado del calor que llevas por dentro. Pulsas un timbre...Esperas... Seguro que ya habrá cerrado. Te abre la puerta una cara conocida de algún sitio. Intentas recordar de qué lo conoces mientras le dejas tu chaqueta para que la meta en el guardarropa. El local está petado de gente. A medida que avanzas por éste se te va evaporando toda la cogorza que llevas encima del mismo nerviosismo que tienes...
Nerviosismo por follar. Tus sentidos se brutalizan. Oyes cadenas, azotes, gemidos,... golpes... Descorres la cortina oscura y te adentras en el fragor de los posesos que son desposeídos. Te acercas a un trío. Dos tiarrones, rapados, fuertes y velludos que no parecen ser españoles y una marica enclenque que es follada vilmente por uno de estos. El otro, le regala su gran verga que es lamida con fruición. No hacen falta señales para darte cuenta de que quieren que te unas al juego. Desabrochas tu bragueta y les ofreces tu nunca menospreciado aparato. No te hizo falta calentamiento previo, venían tus cuerpos cavernosos ya repletos de hirviente sangre desde antes de tocar el timbre. Te besas con el tiarrón. Te encanta como besa. Es más, te pone a mil como besa. El tiarrón II se une al beso. Ya es un beso a tres. Dejan de interesarse por la marica enclenque. Deduces que son pareja. Te entretienes en hacer análisis estúpidos incluso en situaciones como estas. Ellos se marchan, ya no les interesas tampoco. Tú te quedas para que te la coman un par de minutos más. De repente, te asalta una sensación de asco y arrepentimiento y te subes los pantalones a toda prisa. Te estás abrochando el cinturón cuando se te abalanza:
-Eh tú, duerme conmigo, quédate conmigo por favor.
-Qué dices tío, pero si no te conozco de nada, déjame...- le apartas con una mano mientras con la otra te remetes las pañoletas de la camisa.
-Venga que me presento, me llamo Roberto, soy de Cáceres y he venido a pasar el fin de semana. Ven conmigo hoy por favor, tengo sitio, no quiero dormir solo. Abrázame por favor, abrázame.
Y al día siguiente uno va como un tonto a comprar una pecera y dos peces de colores, con su bote pequeño de comida. Como parece poca cosa, pues una planta más o menos aparente. Sube la escalera y llama al timbre. Son las 12 del mediodía y sabes que no molestas. Se escuchan unos pasos de alguien descalzo. Abre la puerta otra persona que no conoces, desnudo.
ResponderEliminar- ¿Qué quieres?
- ¿Está Miguel?
Oyes una voz desde la habitación.
- Hola. Estábamos en la cama. ¿Qué quieres, tío?
- Mira, que he comprado esta pecera y la planta para Miguel y...
- ¿Y con ésto qué hago?
- Ponlo en la mesa... No sé...
- Vale. Adiós
Alguien que no ves bien cierra la puerta con rapidez antes de que te hayas dado la vuelta y te das cuenta de que es marrón. Tan marrón como la noche anterior cuando tú eras el invitado.
muy grande...
ResponderEliminarMuy bueno,los dos necesitaban ser abrazados..
ResponderEliminarBesos
abrázame,
ResponderEliminartengo frío,
quiero olvidarme de todo,
quiero estar contigo,
no me sueltes............
todos los días lo pido pero
hay veces que está demasiado
lejos,
siempre hay algo en tus relatos
que tienen que ver con cada uno de
nosotros..............
Es un sentimiento de soledad acojonante, lo que se oculta detrás de algunas noches de desenfreno anónimo. A mí, desde luego, me ha pasado. Ahora prefiero administrar mi soledad de otra forma, por los efectos secundarios de los remedios.
ResponderEliminarCuanto hace que nos os abrazan de verdad?
ResponderEliminarSolemos dejar pasar los días sin acercarnos a las personas que nos rodean, nos engañamos con la velocidad de nuestras vidas y nos olvidamos que lo importante no es los lo que hagamos sino como nos hagan sentir.
A mi ya me parece mucho cuando pasa un día y la verdad es que últimamente ando bastante escaso.
Y la canción ya ni te cuento. Te gusta ferreiro, mola.
Bueno...creo que te lo he puesto fácil con mi "nickdentidad".Oye...esto no estará basado en hechos reales como las pelis de a3?!
ResponderEliminarYa sabes que me escandalizo facilmente XD;está muy bien,pero transmite mucha tristeza y soledad,prefiero leerte con historias como la de tu tita.Pero que sí,ya lo se,en la vida todo no son risas.
Cuidate "muncho"...seguiré de cotilla por tu blog.
Ahh...estupenda la canción de Ferreiro,ya sabes q el si me gusta y no otras cosas "modernas" que tu oyes...bikiñosssssss!!
p.d:espero que al fin hayas podido ver la peli de nuestro amigo Jude XD
Soy la de antes...que no se porqué salió "maría".Ahora si q soy verdaderamente yo...jejejeje
ResponderEliminarUFFF!, qué recuerdos de soledad, amargura y asco: las seis de la madrugada, la hora de las rebajas, los que tenían que ligar ya lo han hecho, ahora hay que conformarse con lo que queda, y rápido que cierran y se acaba. Qué sensación de vacío y soledad salir a la calle y volver a casa (solo o en compañía). Valía la pena haberse tragado algo en la tele y acostado pronto.
ResponderEliminarYo aconsejaría a todo el mundo huir de esto.
Vale que los gays lo tenemos más difícil para encontrar a alguien que nos abrace (que nos quiera), que al final es lo que la mayoría de toda esa gente que llena la disco con risas y copas es lo que busca, pero creo que es mejor una soledad "bien llevada" que la soledad que tú cuentas aquí y que me has hecho recordar.
Muy bien contado, realista y crudo. Cuántas noches no habremso pasado muchos así. Sin nada que llevarse a los brazos.
ResponderEliminarWow!, logras expresar y trasmitir muy bien las sensaciones, además con la canción de fondo es aún más envolvente el relato.
ResponderEliminarCreo que entre las palabras encontramos tristeza, pero más rabia y miedo. Temor a la soledad sumado a una rabia que da paso a hacer lo que sea por conseguir algo de afecto, aunque ello se manifieste pobremente. En la actualidad encontramos muchos casos de ese tipo, debido a que pareciera que el mundo se torna frío y distante, mientras sólo queremos cariño y amor.
Un gusto leerte.
Saludos!
Bueno,en primer lugar...he de decirte q el texto a mi lo q me ha dado o propiciado es un abultamiento en mi parte inferior!!!...y lo segundo me ha encantado eso de las PAÑOLETAS!!!...eso es muy tuyo!!....jajajaja...nunca en la vida lo habia escuchado!!..q gracia!!...
ResponderEliminary lo tercero,me voy ya he dejao los garbanzos en remojo y se me van a poner demasiao tiernos!!..
Dios, que necesidad hay de amor y cuántas maneras de engañarnos con sustitutos verdad? Y sin embargo estas situaciones morbosas tienen un atractivo brutal, aunque al día siguiente te sientas fatal y te averguences de ti mismo...
ResponderEliminarBezos, soy gallego, tengo 20 años y vivo en madrid.. jajajaaj.
La verdad es que comentar esta entrada es duro, es una entrada desoladora, amarga, tal vez la peor cara de la soledad y la búsqueda desesperada de la peor manera posible, pero una realidad que existe.
ResponderEliminar¿Quién no ha tenido una mala racha, una época en la que te sientes vacío? Es entonces cuando valoras de verdad ese abrazo que no tienes, lo echas de menos, y piensas que nunca va a llegar.
ResponderEliminarPero un día todo cambia.
Bajo la manta oigo como llueve. Me imagino el frío que debe hacer fuera. Y entonces se vuelve y te abraza, fuerte, largo...
Recuerdo cuanto echaba de menos estos abrazos sinceros. Cierro los ojos e intento memorizarlos. Pronto tendrá que marcharse y no tendré más abrazos hasta el próximo encuentro furtivo.
entre kikos y pacharan releo una y
ResponderEliminarotra vez tu texto y lo que te escriben los que te seguimos, me encanta .....
siempre te sientes identificado con algo que dice alguién,
provocas reacciones distintas,
necesidad de abrazos sobre todo,
hoy te hemos echado de menos algunos, te he dado a conocer,hernan maria felipe sally paco todos ya saben que estan ahí a partir de ahora seguro que te seguirán, mejoraté
mil besos
os recomiendo a todos que os hagais
ResponderEliminarprofundos fans de un blog:
sonrisas de bombay,
estos niños necesitan millones de abrazos
Peritoni no solo los gays necesitais abrazos, permiteme decirte que estas equivocado,
plutón eres la leche ........
Shultifer:
ResponderEliminarEs una continuación de la historia... Vaya, estoy por plagiártela, me ha gustado.
Kamosisa:
Hace ya mucho tiempo que administro mi soledad de otra forma. De una forma mucho más sosegada. A veces, tanto exprimir el morbo acaba convirtiéndose en algo tedioso y aburrido.
Brilli-Brilli:
Exacto, los dos lo necesitaban. Fíjate que el que se largaba buscó el beso justo después del sexo.
Cutre Briny:
Gracias por el comentario, me gusta tenerte por aquí.
Argax:
Hubo un tiempo, en momentos de exaltación de amistad, con alcohol de por medio, en el que me daba por pedir a la gente que me abrazara...
Brujavería:
Querida compañera y amiga, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia... ¡¡Qué te vas a escandalizar tú con la de cosas que te he soltao yo tantas noches en vela!! Venga, que te dedico el próximo post, que sé que te gusta la cosa medieval. Un placer tenerte por aquí.
Peritoni:
Totalmente de acuerdo en lo que dices. No sabes lo afortunado que eres al haber pasado ya esa etapa. Un abrazo.
Thiago:
"Sustitutos", has dado con la palabra exacta.
Shysh:
..,pero el día que te llevas algun abrazo a casa. Bien que merece la pena. Aunque sea furtivo.
Caco:
Supongo que el buscar pequeños afectos es algo instintivo, animal. No podemos quedarnos parados a contemplar cómo nos llega el gran afecto.
Lacampos:
Me sorprende esa reacción que ha provocado el texto en ti. Sin embargo me gusta. Metí lo de pañoletas por intentar no dramatizar demasiado, que luego dicen que soy un melancólico jejeje...
Israel:
He tenido esa sensación muchas veces. Consigues a alguien; sabes que es alguien fugaz y pasajero. Un pasajero subido en tu cama, sin embargo juegas por momentos a creer que es alguien especial y lo abrazas fuertemente contra ti, como si fuese una despedida en la estación, hasta que vengan nuevos pasajeros...
Por cierto, quiero ser pasajero en tu blog, a ver si me dices cómo.
Amancia:
Teniendo en cuenta tu historial delictivo sumado a tu exacerbado fanatismo hacia lo que escribo con frases como "eres la leche Plutón" mientras me relees entre kikos y pacharanes...empieza a darme "muncho tuto" la idea de que puedas convertirte en la prima canía de Kathy Bates en Misery, secuestrando a su escritor favorito... jejeje...
Por cierto, que sepas que estoy con Peritoni. Algún día teorizaremos y debatiremos de los abrazos y los gays, con lo que nos gusta a nosotros un debate en la playa jajaja...ahm y déjate de hacer publicidad en mi blog eh... que te cobro!!
Si te ha gustado la historia, cuando tomemos un café te cuento esa y alguna más.
ResponderEliminarEl problema de la soledad es que buscamos fuera lo que tenemos dentro, intentamos llenarnos con alguien, con algo, y no nos percatamos de que lo que necesitamos ya lo tenemos. Solo debemos cambiar nuestra percepción, sentirnos aqui y ahora y dejar de pensar...
ResponderEliminarUna historia muy dura, muy real, muy bien relatada. Por un momento yo estaba ahí, participando del cuarteto. Hay quien busca exactamente eso, y quien buscando otra cosa llega ahí. Soledad, soledad, la puta soledad. Pero como ha dicho el anónimo, tenemos que cambiar la percepción, no estoy solo, estoy conmigo mismo, y me satisfago. Desde ese punto, lo demás bienvenido sea.
ResponderEliminarBesos