-Y ahora qué.
-¿Qué de qué?.
-Pues eso, que..¿qué hay de lo nuestro?.
-¿Lo nuestro?.
-Que sí, hombre. Que sabes a qué me refiero... Lo nuestro. Tú y yo. ¿Que qué vamos a hacer?.
-No sé. No quiero rallarme nen...esto...tío.
-Pero ¿te estás rallando?, ¿por qué niño?.
- No sé, es raro. Hacía tiempo que no dormía tan a gusto con alguien.
-A mí me ha encantado, en serio, y eso que me suele repeler el dormir con alguien así de primeras.
-Pero, si me dijiste que te encantaría dormir abrazado a mí.
-Ya, pero sólo contigo.
-Bah, ¡qué tópico!. No me gustan los tópicos. Me parece que te lo dije anoche.
-No sé… creo que eres un tío que merece la pena.
-Sí, que soy una persona que te puede servir quieres decir ¿no?. Con mucha escoria te habrás cruzado tú... ¿Cómo sabes que soy válido si sólo me has probado una vez? ¿Válido para qué? Para ti, para sentirte bien contigo...no te confundas con los abrazos, a veces nos enamoramos más de los abrazos que de las personas.
-Bueno puede ser, pero... no sé.
-A ver...Dame un beso.
-¿Qué?
-Lo has oído perfectamente. Que me des un beso. Hace seis horas que no me das uno.
-Pero... si te hartaste anoche, me dijiste que parara, que tenías los labios ensangrentados de tanto que te los mordí.
-Ya, pero quiero repetir. No sé si son válidas las personas hasta que me besan. Anoche iba muy borracho...
Te besa.
-Pues….me ha gustado. Mucho.
-¡Tú sí que me gustas tonto! Creo que eso se nota.
-Sí hombre…, ¿en qué? ¿En qué se nota a ver?
-No me ataques más. Sabes que eso se nota y ya está. Venga nene, ¡que llevamos doce horas metidos en una cama!.
-¡Doce horas! Joder, qué pronto ha pasado el tiempo….
Suena su móvil.
-¿No vas a cogerlo?
-No quiero.
-A saber qué tendrás tú por ahí.
-A nadie. No tengo a nadie ahora.
-Yo tampoco. Estoy libre. Libre de compromisos.
-Entonces…¿qué piensas? ¿qué hay de nosotros?
-De nosotros...
-¿Qué de qué?.
-Pues eso, que..¿qué hay de lo nuestro?.
-¿Lo nuestro?.
-Que sí, hombre. Que sabes a qué me refiero... Lo nuestro. Tú y yo. ¿Que qué vamos a hacer?.
-No sé. No quiero rallarme nen...esto...tío.
-Pero ¿te estás rallando?, ¿por qué niño?.
- No sé, es raro. Hacía tiempo que no dormía tan a gusto con alguien.
-A mí me ha encantado, en serio, y eso que me suele repeler el dormir con alguien así de primeras.
-Pero, si me dijiste que te encantaría dormir abrazado a mí.
-Ya, pero sólo contigo.
-Bah, ¡qué tópico!. No me gustan los tópicos. Me parece que te lo dije anoche.
-No sé… creo que eres un tío que merece la pena.
-Sí, que soy una persona que te puede servir quieres decir ¿no?. Con mucha escoria te habrás cruzado tú... ¿Cómo sabes que soy válido si sólo me has probado una vez? ¿Válido para qué? Para ti, para sentirte bien contigo...no te confundas con los abrazos, a veces nos enamoramos más de los abrazos que de las personas.
-Bueno puede ser, pero... no sé.
-A ver...Dame un beso.
-¿Qué?
-Lo has oído perfectamente. Que me des un beso. Hace seis horas que no me das uno.
-Pero... si te hartaste anoche, me dijiste que parara, que tenías los labios ensangrentados de tanto que te los mordí.
-Ya, pero quiero repetir. No sé si son válidas las personas hasta que me besan. Anoche iba muy borracho...
Te besa.
-Pues….me ha gustado. Mucho.
-¡Tú sí que me gustas tonto! Creo que eso se nota.
-Sí hombre…, ¿en qué? ¿En qué se nota a ver?
-No me ataques más. Sabes que eso se nota y ya está. Venga nene, ¡que llevamos doce horas metidos en una cama!.
-¡Doce horas! Joder, qué pronto ha pasado el tiempo….
Suena su móvil.
-¿No vas a cogerlo?
-No quiero.
-A saber qué tendrás tú por ahí.
-A nadie. No tengo a nadie ahora.
-Yo tampoco. Estoy libre. Libre de compromisos.
-Entonces…¿qué piensas? ¿qué hay de nosotros?
-De nosotros...
Te das la vuelta y clavas tus ojos en los suyos.
-No me mires así que me pones nervioso.
-Vaya, después de doce horas, te pongo ahora nervioso...
-No me mires así que me pones nervioso.
-Vaya, después de doce horas, te pongo ahora nervioso...
Sonríes. El hoyo de tu mejilla te delata. Le das de nuevo la espalda. Arrimas aún más si cabe tu cuerpo buscando acoplarse con el suyo.
-Anda, cállate un poco y abrázame otra vez. Por cierto...¿cómo me dijiste que te llamabas?
-Anda, cállate un poco y abrázame otra vez. Por cierto...¿cómo me dijiste que te llamabas?
Qué manía con lo de las preguntas, lo de querer enrevesarlo todo y los putos celos, por mi parte siempre soy partidario de vivir el momento y dejar que las cosas pasen sin más....¿es tan difícil?....
ResponderEliminarbeXotes
Un principio,.
ResponderEliminarA mi con la mitad de preguntas ya se me pone cara de poker.
Odio la charlatanería obvia. La odio a muerte.
ResponderEliminarBesotes.
parece que a nadie le ha gustado la conversación. pero seguro que ni tan siquiera tú pensaste en que aquellas doce horas iban a convertirse en dos años.
ResponderEliminarsi los abrazos y los besos os saben igual, no importan las palabras. los tópicos. no os importó ni el nombre...
muchas felicidades
Pues a mí sí que me gustó la conversación cuando la publicaste en su momento (recordaba casi hasta mi comentario, y he ido a comprobarlo), y me alegro que se produjera si sirvió para que dos años después estéis celebrando. Lo mismo estaríais celebrando sin que hubierais tenido esa conversación, quien sabe, o lo mismo no hubo conversación y tan sólo fue una traslación a escrito de las sensaciones (¿sentomientos?) que se gestaron en esas doce horas...
ResponderEliminarY qué más da. Qué bonito todo. Felicidades :-)
Anniversary Kisses!!
Me gustó encontrarte.
ResponderEliminarUm abrazo
Alicia
Felicidades...
ResponderEliminarQue os hagais sangre de tanto besaros muchos años más.