Nene: palabra mágica, sinónimo de novios. Surge el llamar a
alguien nene cuando presiento que hay algo serio, cuando hablo en diminutivo,
cuando me oprime el corazón… Cuando la felicidad es tal que me cago de miedo. A
lo largo de mi vida han habido cuatro nenes. Con todos tuve la imperiosa necesidad
de llamarlos así. Era un momento culmen, el afianzamiento total, como dijo Clint: “la clase de certeza que sólo se presenta una vez en la vida”. Me es siempre
urgente atar cuanto antes el lío y he creído tener esa certeza cuatro veces. Mi existencia en este mundillo quizá sea demasiado
corta para tantos. Es posible que mi vida amorosa haya hecho que se disparen
las encuestas sobre el nivel de promiscuidad en las relaciones
homosexuales. A algunos nenes he querido
más que a otros e incluso a uno llegué a odiar. Cuando neneo me duele más si la
distancia me impide tener la complicidad para nenear todo lo que quisiera.
Ahora acabo de ver a mi nene por la webcam. Mi nene, que por eso le quiero, porque
es mío, está a quinientos kilómetros de
su nene. Neneamos, reímos, nos relatamos el día a día y nos adoramos pero siempre se me hace insuficiente. Me hiere mucho el pensar que algún día dejemos de ser nenes por nuestra ausencia física. Empiezo a estar hasta la polla de ser un nene en permanente vía muerta, un nene con fecha de caducidad.
"Nenear" a distancia es complicado, casi tanto como "nenear" estando relativamente cerca... No sabes qué bien te entiendo.
ResponderEliminarMuy buena!
Yo uso "bebé", y lo he usado dos veces en mi vida.
ResponderEliminarnuevo enlace de mi blog:
http://ssm0ke.blogspot.com/
saludos Arguifonte!
Que pasaría si cambiamos la palabra nene por pene? Ganfix penix. ;)
ResponderEliminarTranquilo, todo llega y algún día tu nene estará a tu lado, y tal vez sea para siempre, sin fecha de caducidad.
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