"Cuando de veras se quiere, el miedo es tu carcelero..." Rafael de León
Aprovechó que se estaba duchando para contar los condones que había en su mesita de noche. No faltaba ninguno, los mismos siete de la última vez. Olió las sábanas para corroborar que no las había cambiado porque siempre lo hacía en domingo. Buscó en la ropa tirada el calzoncillo en el que no había rastro de semen. El móvil, quería saber con quién habló a las 00:37, la última conexión de wasap que le había visto por la mañana. Resultó ser su madre que había quedado con él para desayunar al día siguiente. Facebook, Line, Gmail, SMS... El no encontrar nada le desesperó aún más porque se sintió muy ridículo. Derrotado se tumbó sobre la cama y mirando al techo, a la nada encontrada, notó cómo un escalofrío de miedo, ansiedad, infelicidad y rabia le recorrió todo el cuerpo hasta que rompió a llorar.
Perfecta descripción. Eso son son los celos, quien los vive, los sufre.
ResponderEliminarUn saludo
Moisés! Qué alegría verte por aquí! Ha sido ver tu avatar y echar la vista atrás cuatro años. Gracias por volver. Besos.
EliminarEs hora del come-back!!! Lo que sí que me alegra es saber que entrar aquí es una garantía. En plena forma, sí señor!!! Enhorabuena
EliminarComo me dijo mi padre una vez...."Quién busca....encuentra" y encontré...no veas si encontré....
ResponderEliminarVaya, lo siento. A mí me pasó una vez que busqué y encontré, casi en mis propias narices. Lo malo de este personaje es que está obsesionado con encontrar donde no lo hay. Besos y bienvenida.
EliminarBuscando o sin buscar... si 'hay', siempre termina por verse... ¿para qué adelantar (o volver...) al 'invierno'?
ResponderEliminarMuuuuuchossss besossss, mi caballero.
Pues sí para qué adelantar, si luego todo viene solo. Besos mi querida y fiel dama.
EliminarTen cuidado con lo que deseas encontrar...
ResponderEliminarPues sí, mejor estarse quietecito...
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