domingo, 17 de febrero de 2013

PAN Y CHOCOLATE


   Me hago mayor. Trabajo en turnos de mañana o de tarde y la semana que madrugo tengo que desistir, muy a mi pesar, del cafelito de la tarde.  Anteayer opté, después de un siestorro de hora y media, por una merienda de lo más infantil y festiva: un batido de vainilla y un hipermegabocadillo de chocolate.No era de Nocilla, sino chocolate de tableta,  como el que de niño solía prepaparme mi madre mientras yo me quebraba la cabeza entre conjuntos y subconjuntos... Empecé por el pico de la barra pero acabé con los dos tercios que quedaban. Ni una migaja dejé. Soy panadero y me temo que no cumplo lo de "en casa de herrero" y es que en mi casa se come pan en cantidades industriales.

   Os preguntaréis que qué quiero decir con esto, que a dónde quiero llegar. La explicación es muy sencilla: me sentí mal, fatal, como un cerdo famélico. En el almuerzo, el primer tercio de la barra de pan cayó junto a un platazo de calamares a la romana con abundante mayonesa, eso sí, acompañado con unas lechuguinas para compensar. Así que, cuando devoré el bocata, aún relamiéndome el chocolate que me había quedado entre los dientes, me puse el chándal y las zapatillas. Tenía que quemar como fuera esas calorías de más y salí a la calle con rabia. Recorrí cientos y cientos de metros a un paso de corredor de marcha hasta plantarme en un espigón junto al puerto de Plutón. Allí, sudandito a mares, me senté sobre una roca y presencié uno de los atardeceres más espectaculares que recuerdo haber visto en mi vida. Soy el tonto de las fotos así que  saqué el móvil y al hacer ésta me dije a mí mismo: "qué coño, por ver algo así ha merecido la pena el bocadillo de chocolate..."


4 comentarios:

  1. Preciosa imagen, pero nada comparado con la del culo ese en la habitación azul, nos has dejado impactados nen!!! queremos mássssssss...

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  2. Pues sí, valió la pena... y que viva el chocolate siempre y en todo caso!!!
    Mua!

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  3. Haces bueno el refrán de que no hay mal que por bien no venga.

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  4. Al menos ese atardecer quedará por siempre, ahora más, que lo compartes.
    ¿Verdad?
    Nada de nostalgias, a tu edad, pura alegría, nada más.
    Abrazos.

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